¿Quién soy? Pregunta precisa e imposible, religiosa, filosófica y metafísicamente contestable, pero ninguna capaz de satisfacer la duda, ninguna perfecta como para explicar la sensación de que un ser extraño habita en mi cuerpo y de que un ajeno disfraz envuelve mi esencia. No todo permanece en la dual división. Son tantas las partes que construyen la apariencia y dan impulso al movimiento; imagen y acción, el sujeto y el verbo que dan cuerpo a la oración. ¿Que pasaría si actuara mañana como un enfermo sexual?, ¿seguiría siendo yo si al despertar elucubrara un plan asesino mientras escucho metal progresivo? ¿Que pasaría si mañana me olvido del arte y me centro en la superficialidad? ¿Seguiría siendo yo si descubro que me quiero lanzar de campaña en un partido político, si comienzo a talar árboles, si me inyecto un poco de heroína para sentir en mis venas el limbo perezoso? Son tantas las caras que apenas distingo un leve rasgo de similitud, ¿en que momento pasó? ¿Cuando fue que mi corazón palpito por primera vez como loco por una emoción? ¿Quién fue el que lloró por aquella mujer? ¿En donde quedaron los sueños de la época cuando los demás me consideraban un niño? ¿En que momento mi voz olvidó sus tonos chillones? Instantes ajenos, tantos momentos que se acumulan en una caja etérea llamada memoria, pero es cierto que ya no los podemos oler, sentir o escuchar. ¿Quién lo vivió? ¿Es que alguien decidió usurpar el presente y transportarlo al eterno pasado? ¿Quién era al principio? ¿Soy la misma persona? ¿Hasta cuando?
3 comentarios:
Tu eres el que fluye. El niño que hizo berrinches, el que lloró y jugó, el que sin duda tenía un juguete favorito, el que se sorprendía con las cosas más simples de la vida, al que le contaron que existía el ratón de los dientes y se lo creyó, el niño que creció y descubrió la amistad, la diversión y las hormonas, el que escribió para si mismo primero el acontecer diario, luego las sensaciones del alma...El que un día me compartió la lectura de su vida.
Tu eres aquel que cuando llora no derrama lágrimas, el que lucha diariamente, el que sufre, el que se alegra, tu para mí eres la nobleza, eres la persona de los mil defectos y mil virtudes que se entrelazan y forman un ser, ser humano, tan humano como yo. Tan humano como la vida.
Tu eres el mismo que un día maldice y otro se ríe. Eres el abogado que cree en la monarquía, el que eligió el Derecho para entregarse a los demás. Tu eres el que oculta una historia, el que la vive a diario, el que tiene una vida, un camino e intenta seguirlo, forjarlo cada día. Tu eres el caballero errante, el de los molinos de viento.
Tu eres el amigo infinito, incondicional, el amor más puro, más amarillo. Tu eres el recuerdo eterno, el que disipa las sombras y mariposas negras. Eres el que triunfó sobre el hielo...
Tu un día serás un licenciado, a lo mejor padre, quizá bohemio... al final serás el mismo. La misma esencia con infinitas evoluciones.
Un día serás polvo cósmico.
Todos los días serás Bernardo, Bernie, para mi Zapo.
Tu eres tu, el mismo, el que se reinventa cada día.
Quizá tu no eres nada de lo que he dicho. Yo sólo aquí hablo de ti. Del que yo conozco, del que yo vivo, del que yo veo. Del que yo quiero hasta transformarse a otras palabras.
Que bonito post. Estoy llorando (sin lágrimas), sin mas palabras Gracias Nat!
Recuerda que eres quien se quiere acercar "a otras ventanillas e invitar al cobarde ser a salir, y a comenzar a vivir."
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